Pero no ha sido para tanto. Es extraño que lo diga yo, pero no me pareció tan dramático el pasarme casi dos horas en el gimnasio.
Aún así, hay cosas que cambiaría en el gimnasio al que voy, creo que lo "españolizaría". Y lo primero que cambiaría es el ambiente. Qué bonito sería ver a gente haciendo ejercicio con una sonrisa, "jodidos pero contentos!!". Para ello, que menos que en el mostrador de recepción tener un minibar, no no, mejor una barra con su tirador de cervecita fresca, sus vinitos, sus pinchitos,... (nótense los diminutivos para no crear sensación de hartura, que vamos a cuidar nuestro cuerpo, eh?). Así que nada de botellines de agua... un chato de vino o un corto de cerveza, porque si són tan saludables, qué mejor sitio que un gimnasio!!!
Ya tenemos las bebidas, que menos que un poco de música, no? Dónde se ha visto tomar una cervecita sin música? Es cómo si el coyote atrapara al correcaminos o silvestre a piolín, no tiene ni pizca de gracia.
Creo que mañana plantearé estas novedades a la monitora. A mi me tendría todas las tardes haciendo cola para entrar!!
A ver qué le parece a la señorita Rottenmeier...
No hay comentarios:
Publicar un comentario